Delega autoridad
Viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde? (Éxodo 18:14, RV60)
Uno de los mayores temores de los líderes cristianos es el delegar autoridad para alguna responsabilidad. Pareciera que nos olvidamos que nosotros estamos limitados en tiempo y espacio, tarde o temprano las consecuencias de no delegar se manifiestan, cansancio, estrés, enfermedades físicas o simplemente se limita el crecimiento de la iglesia.
La manera como nuestro Dios establece su Reino en la tierra es delegando autoridad y poder sobre sus ministros; cada tarea a realizar manifiesta una extensión del Reino que hace integral el crecimiento y fortaleza del cuerpo de Cristo. Si Dios delega autoridad pudiendo Él hacer todo, nosotros debemos aprender igualmente a delegar.
Quiero platicarte algunos puntos que puedan ayudarte en esta tarea que tenemos como lideres en el cuerpo de Cristo.
Moisés ministraba a Israel. No tenia lideres en los cuales poder apoyarse; era él solo quien servía a Israel en el consejo y el juicio, un trabajo súper agotador, ya que la Biblia menciona que desde la mañana hasta la tarde y de manera constante. El cansancio que experimentamos los ministros es emocional y mental, dado que el poner atención y escuchar tantos problemas carga nuestro corazón. Solo oír problemas puede debilitar tu fe, si no estás conectado a la fuente de fe y a su Palabra. Medita: ¿cuanto tiempo dedico para estar con la iglesia solo escuchando problemas y emitiendo consejo? Ex 18:13
Moisés se convirtió en un líder cuando delegó autoridad. Cuando otorgas poder a otros, te conviertes en un líder. Moisés cargaba en sus hombros toda la autoridad en las tareas grandes y pequeñas. Conozco ministros que toman todas las responsabilidades en la iglesia y ello tiene consecuencias. Si aprendemos a delegar, permitimos que otros desarrollen la gracia que Dios ha puesto en sus vidas.
Un ministro con mucha carga de trabajo desfallecerá. No debes hacer el trabajo solo. Ex 18:14-17 La visión de Dios es generacional y no debe detenerse en la enfermedad o muerte de un líder. Recuerda lo que Jesús menciona: “Heriré al pastor y las ovejas serán dispersadas”. Remueve el orgullo y el temor, porque “no podrás hacerlo tú solo”.
Recuerda que grandes visiones, requieren grandes equipos. Jesús envió a sus apóstoles y ellos desarrollaron discípulos, que a su vez se convirtieron en pastores y así la cadena ha seguido hasta nuestros días. Donde no se pasa la estafeta, no hay continuidad; donde se mira con visión y se es intencional en preparar una generación y delegar autoridad, se tendrá una visión mayor, porque la misma cantidad de líderes demandará nuevas áreas de servicio y de campo misionero.
La visión comienza con una persona, pero se realiza con muchas.
Moisés aprendió al escuchar el consejo de su suegro Jetro, Dios habla de muchas formas y maneras. Creo firmemente que México está en un tiempo de ser ensanchado en la predicación del evangelio y las iglesias preparadas serán las que retengan la gran cosecha… Aún estas a tiempo, empieza ahora y disfruta lo que Dios hará contigo y con los tuyos.
Saludos,
Jonás Fernández