El mundo ocupado y la iglesia moderna
Generalmente, cuando nos hacemos esta pregunta, podemos pensar acerca del mundo ocupado en el que vivimos... todas las actividades, las crisis mundiales, las guerras, las angustias, la televisión, las redes sociales, etc.
Hoy quisiera que cambiáramos la ubicación de nuestra pregunta y la redirigiéramos hacia nosotros.
La iglesia moderna está llena de actividades. Algunas actividades tienen fruto y otras no; en algunas estamos involucrados nosotros como pastores, en otras no, y pareciera que la iglesia está haciendo mucho, pero avanzando poco.
Hablando de nuestra vida personal, podemos tener reuniones de líderes, reuniones entre semana, planeación del domingo, una o más reuniones dominicales, participar de algún ministerio, tiempos donde damos consejería a los hermanos, tiempo para ver que las finanzas avancen correctamente, planeación de eventos y congresos, veladas, reuniones, grupos en casa, oración por peticiones de los hermanos de diferentes ministerios, y parece que estamos envueltos en un montón de actividades que dan la imagen de que trabajamos mucho; y no es que no trabajemos, tampoco que las actividades estén mal, pero: ¿en qué estamos ocupados?
Las prioridades según las Escrituras
Hay dos versículos que nos dan, como ministros, pastores o líderes, la instrucción de en qué debemos aprovechar nuestro tiempo.
El primero de ellos está en Hechos 6, cuando en medio de una crisis en la iglesia primitiva, la gente estaba empezando a quejarse del liderazgo y la distribución diaria. Los 12 convocan a los discípulos y dicen esto: "No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios para servir las mesas, busquen varones llenos del Espíritu Santo", y añaden en el versículo cuatro: "Nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra."
Quiero darles dos pensamientos de este primer pasaje:
Cuando lo leemos en español, pareciera que los discípulos no querían servir; cuando dicen "no es justo", pareciera que podrían hablar de una injusticia. Sin embargo, la palabra original "arestós" significa "agradable o apropiado"; lo que no consideraban agradable o apropiado no era el servir las mesas, sino dejar la palabra.
La palabra dejar "kataleípo" significa dejar "debajo, poner atrás, o abandonar". Lo que los apóstoles estaban diciendo es que no era agradable a los ojos de Dios el dejar como segunda actividad el estudiar la palabra.
En el versículo cuatro dice "persistiremos", que significa "una constancia", ¿en qué? En la oración y en servir la palabra.
Así que realmente lo que debe ocupar nuestro tiempo como ministros es la oración y la palabra. No quiere decir que no vamos a servir; entendemos claramente que el que sirve es el mayor y nosotros, como pastores, debemos servir en nuestras congregaciones. Lo que no está bien es darle prioridad a las actividades de la iglesia antes que a la oración y la palabra.
Mi abuela tenía un dicho, ella decía que a veces estamos "tan metidos en la obra del Señor que se nos olvida el Señor de la obra."
El segundo pasaje está en 1 Timoteo 4:13 en adelante.
La palabra "ocúpate" ("proséjo") quiere decir no sólo "prestar atención o adherirse", sino "aplicarla a uno mismo". Lo que debe ocupar nuestro tiempo, una vez más, es "la lectura, la exhortación y la enseñanza".
El versículo 15 dice: "Ocúpate de estas cosas y permanece en ellas", el versículo 16 dice: "Persiste en ello".
El reto de priorizar correctamente
Así que el reto que tenemos por delante, como iglesia moderna, es poder tener nuestra lista de prioridades en orden.
Buscar la presencia del Señor en oración y alimentarnos de su palabra deben ser una prioridad para nosotros como pastores y después el servicio.
Que el ministerio no te aleje de Dios. Suena raro decirlo así, pero a veces tanta actividad puede ahogar nuestra vida espiritual.
Así que persistamos en la palabra, en la oración, y seamos hombres que den prioridad a esto en todo.
Dios les bendiga abundantemente. Nos vemos en enero.