Hola amados en el Señor, reciban un fuerte abrazo con mucho cariño.

Este mes de agosto ha sido muy especial para mí y mi familia, y ha traído hermosos recuerdos a mi memoria, les contaré algunos:

Cuando era niño de unos 6 ó 7 años, nos pagaban $0.50 centavos por limpiar las caballerizas de un establo que había en mi pueblo natal, éramos unos 5 niños que lo hacíamos con mucho gusto y decíamos entre nosotros: “probable mañana haya más trabajo porque hoy comieron los caballos”… Nos interesaba que hubiera trabajo, porque de ahí nos íbamos a la tienda de la esquina, la tienda de Don Beto Medellín y con sólo $0.50 centavos m/n teníamos refresco, galletas y dulces. Nos alcanzaba y a veces hasta sobraba (estoy hablando de la década de los 60’s). Hoy, 60 años después, ¿qué puede usted comprar con $0.50 centavos m/n?

También me gustaba ir a la tienda de mi tío Ezequiel, porque ahí tenía refresco, galletas, dulces y un billete de $1.00 peso m/n gratis… era para cuando quisiera comprar algo en la escuela, estaba en mi primer año de primaria. A mis tíos por parte de papá y mamá les gustó el comercio, y curiosamente los dos tíos con tienda se llamaban Ezequiel. Recuerdo siempre verles detrás del mostrador, listos a ofrecer lo que tenían en su tienda.

Cada vez que me acuerdo de ellos, viene a mi mente el profeta Isaías, capítulo 55. El profeta nos presenta un cuadro del Creador Todopoderoso como un mercader, detrás de un puesto en un mercado Oriental, llamando la atención de aquellos que van pasando, invitando a toda la humanidad, incluyendo a Judíos y Gentiles por igual, diciendo:

Is. 55:1 A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.

El requisito es que estén sedientos: “A todos los sedientos…”, esto incluye posición y condición, ricos y pobres, cojos, mancos, ciegos, sordos, paralíticos, leprosos, etc. Esta palabra profética de Isaías se manifiesta con un cumplimiento hermoso en Cristo Jesús, como los brazos del Padre para dar.

Mt. 11:5 Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio;

Mt. 15:30,31 30 Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó; 31 de manera que la multitud se maravillaba, viendo a los mudos hablar, a los mancos sanados, a los cojos andar, y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel.

Mt. 21:14 14 Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y los sanó.

El Señor, en su gracia y amor, no excluye a nadie, sino los que se excluyen a sí mismos. El Señor sólo requiere que estemos sedientos. ¿Por qué? Porque un persona satisfecha con el mundo, sus placeres y comodidades, no está sedienta sencillamente porque no reconoce su necesidad, de igual modo pasa con los que dependen de sus propios méritos y esfuerzos.

“Para ser salvos, es necesario sentirse perdido”. Sólo los que están sedientos, insatisfechos, son invitados a venir a las aguas.

Jn. 4:14 Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. (Vea también Jn. 7:37; Ap. 21:6b; 22:17b.)

Cuando Dios da su gracia, da primero sed de ella, y una vez que ha dado esta sed, da también la gracia.

Fil. 2:13 Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

Sal. 81:10b Abre tu boca, y yo la llenaré.

La raíz Chanan significa actuación amable o misericordiosa hacia alguien. Tener compasión e inclinarse favorablemente hacia algo o alguien.

El profeta Isaías nos presenta al Padre como el Mercader de la Gracia Chanan, que nos ofrece:

• Agua y vino, refiriéndose al Espíritu Santo.Jn. 7:37-39 37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. 39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.Ef. 5:18 18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,1 Tes. 1:6 Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo,
• Leche, en relación a la Palabra de Dios.1 P. 2:2 Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación,
• Pan, indicando al Hijo de Dios.Jn. 6:35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.

En Isaías 55:6 y 7, Dios Chanan establece cuatro términos muy claros:

6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. 7 Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

• Buscad a Jehová.
• Llamadle.
• Deje el impío su camino.
• Volveos a Jehová.

Jehová se inclina favorablemente (chanan) diciendo: “Búscame, llámame, deja tu mal camino, vuélvete a mí en tanto que pueda ser hallado, en tanto que estoy cercano”. ¡Aleluya!

La invitación tiene un tiempo, ahora es el tiempo, busquemos a Dios con todo nuestro corazón, espíritu y alma. Ya todo está pagado, el Mercader de la Gracia se ha inclinado amablemente hacia nosotros y nos revela el producto redentor en la cruz del calvario, diciéndonos: “Venid y comprad sin dinero agua y vino, pan y leche.”

SHALOM. Dios les bendiga,

Pastor Humberto Trejo