Parece que el mundo ha comprendido muy bien la importancia de los niños. Sabe que ellos han sido importantes en la historia, y que también lo serán para los planes que tiene en el futuro. Por eso, se ha empeñado en adoctrinarlos con ideologías falsas y peligrosas, para de esa manera ganar su mente y su corazón.
La generación más atacada ahora mismo son ¡NUESTROS NIÑOS! Los quieren sexualizar, maltratar, callar y matar. Satanás siempre ha tenido en mente destruir a las generaciones. Como iglesia, no debemos permitir que esta generación ¡¡¡se nos vaya de las manos!!!
Los discípulos fueron confrontados por Jesús, cuando les dijo: "Pero Jesús dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos". Mateo 19:14 ¡Los niños son importantes para Dios!
Cada congregación debería recordar estas palabras, e invertir recursos: tiempo, dinero y esfuerzo; para fortalecer el ministerio de niños dentro de su iglesia. Muchas veces se les da más importancia a los ministerios visibles, es decir, se invierte en buenos equipos de sonido, en vestuario, en mobiliario bonito, en construcciones costosas y fachadas estéticas; por supuesto esto no está mal porque es la casa de Dios y hay que darle lo mejor. Sin embargo, me remonta a las palabras de Jesús cuando dijo "esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello". Sé que se refiere al diezmo y a virtudes cristianas, pero podemos aplicarlo a tener un equilibrio, ya que, si bien ningún ministerio local es más importante que otro, tampoco un ministerio es menos importante que los demás.
Es necesario que cada pastor invierta en el ministerio de niños a través de:
Instalaciones y mobiliario adecuado.
Capacitación de maestros con enseñanzas y congresos especiales.
Escuela para padres.
Proyectos infantiles para que los niños crezcan y para que se ganen a otros niños para Cristo; tales como campañas, actividades, juegos, etc.
Campamentos y EBV (Escuelas Bíblicas de Verano).
Materiales interesantes, etc.
Los maestros necesitan ser animados y respaldados por su pastor, recibiendo enseñanzas y siendo supervisados. Además, necesitan estar en sintonía, entendiendo que la Escuela Dominical no es un lugar de entretenimiento, sino de ENTRENAMIENTO de los futuros apóstoles, profetas, evangelistas, pastores, maestros, profesionales, funcionarios, etc.
Necesitamos estar hombro con hombro pastores, líderes, maestros y padres de familia, para sensibilizar a cada servidor en esta área y entender que no solo se trata de contar historias bíblicas y hacer una manualidad; sino de transmitir verdades eternas que tendrán un impacto en la vida de los pequeños.
Un predicador dijo: "Tus hijos irán a escuelas y serán entrenados alrededor de 15,000 horas en pensamiento secular sin Dios. Y después irán una hora los domingos a la escuela dominical y colorearán un dibujo del arca de Noé. ¿Consideras que eso será suficiente contra las mentiras que les son dichas?".
¡Claro que no! Pero esto debe ser un trabajo en conjunto, donde los padres son los principales responsables.
Los maestros deben:
Preparar una clase de calidad, difundiendo las verdades de la Biblia.
Tener tiempos de comunión con Dios.
Modelar un buen ejemplo a los niños.
Amar a los niños.
Los padres deben:
Orar por sus hijos.
Llevarlos a la iglesia.
Instruirlos con la Palabra.
Establecer límites.
Pasar tiempo con ellos.
De los pastores y líderes ya lo he comentado líneas arriba.
Hay un tiempo que tenemos que aprovechar, para que nuestros niños reciban y se llenen de la Palabra de Dios. A este periodo se denomina "La ventana 5/14". ¿Qué significa? Se refiere a que tenemos entre las edades de 5 a 14 años para lograr que los niños se inclinen por las cosas de Dios. Después de los 14 años, cuando entran a la juventud, se torna más difícil por todo lo que el mundo les ofrece y las tentaciones a las que están expuestos.
Dice Efesios 5:16 "Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos", y eso precisamente tenemos que hacer, aprovechar el tiempo en que los pequeños son niños, para saturarlos de las enseñanzas de la Palabra de Dios. Recordemos lo que dice el proverbio 22:6: "Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él".
Dios te bendiga.